Los calefactores eléctricos también resultan muy seguros, ya que no usan combustible. Siendo los cerámicos y los de aluminio los que más seguridad proporcionan.
- No usar demasiados electrodomésticos a la vez mientras usamos un calefactor eléctrico, ya que podría producirse una sobrecarga en la red que acabara en incendio.
- No se debe cubrir el aparato con ropa ni ningún otro material.
- No almacenar en la proximidad materiales inflamables.
- Mantener el calefactor a una distancia de al menos 1 metro de muebles, cortinas y personas.
- Si lo vas a usar en el baño, lo mejor es utilizar un calefactor específico y dejarlo distanciado de al menos 1 metro de cualquier fuente de agua.
- No situarlo encima de alfombras y colocarlo sobre una superficie estable.
- Revisar que los enchufes están en buen estado, así como el propio calefactor y su cableado.
- Evitar que los niños manipulen el calefactor y que no estén cerca cuando esté en marcha.
- No dejarlo encendido si no estás en casa.
- Enchufarlo y desenchufarlo con las manos secas y pies calzados. Nunca desde dentro de la ducha o bañera.