Más vale prevenir que lamentar
Si deseas por ejemplo prevenir la entrada de ladrones, lo primero es buscar quien te oriente sobre la protección que hay que tener en casa. Me refiero a sistemas como alarmas, mallas
electrificadas, cámaras de seguridad, mirillas en las puertas, portón o reja si tienes tu propio
estacionamiento, herrerías en las ventanas, en fin, existen muchas opciones para este tipo de
seguridad familiar.
Por otro lado también hay emergencias familiares en las cuales tenemos que apoyarnos de
nuestros hijos para que sepan que hacer en el momento indicado. A mis hijos les he planteado algunas de estas situaciones, en donde “el adulto que los cuida” puede ser mamá, papá
Si cuentas con un teléfono fijo en casa que puedas grabar números de emergencia como familiares o amigos de confianza, has que el niño se lo aprenda o lo tenga guardado en algún lugar y sepa cómo usarlo, será tan practico como levantar la bocina y mantener presionado el número. Por ejemplo, grabar el #2.
Si desconfías que ese número conteste en caso de una emergencia entonces graba directamente el número de emergencias donde atenderán al llamado.
Diles que en caso de una emergencia y están solos, su trabajo será de gran ayuda y que todo saldrá bien, su trabajo será avisar a otro adulto, pero que para ello necesitas practicar de vez en cuando aunque no suceda.
No hacer esto como algo que deban temer los niños, debemos verlo como cuando hacemos los simulacros de los temblores de tierra, como una práctica que puede salvar nuestras vidas.
No olvides comunicarles a quienes son tus contactos de emergencia, por si un día llega tu hijo con la vecina con la noticia de “mi mamá se resbaló en el baño ¿la ayudas?”
Más vale prevenir que lamentar, estos son solo algunos consejos que te brindo de mamá a mamá.